Martes 08. Son casi las 10 de la mañana cuando decido, luego de muchísimas lunas, muchísimos intentos y muchísimos mas abandonos, ingresar al computador y, mas alevoso aún, ingresar a la blogosfera.
Un repulsivo e inapelable calorcillo anuncia una mañana húmeda que, qué duda cabe, traerá malestar al cuerpo y desazón al alma. El aire pareciera haberse detenido en el tiempo y en el espacio. Ni la mas leve brisa se anuncia. En el parque vecino ni una brizna parece moverse, ni una hoja es zarandeada por el mas leve movimiento. De tan intenso que esta el resplandor solar, cualquiera diría que los arboles parecieran no tener sombras o que éstas se han ocultado del calor.
Un niño travieso, vestido con ropa sencilla y sin zapatos, chapucea con el agua que proviene del riego, indiferente al tránsito de los vehículos y vecinos que, con paso cansado, se desplazan cual fantasmas hacia sus ocupaciones. Hasta las aves y pájaros parecen haber desaparecido, huyendo despavoridas a zonas menos hostiles y un poco mas hospitalarias.
Luego de una noche que se me antojó infinita, como las últimas 15 interminables noches, y aún insomne, me acomodo en una silla, frente al teclado, con mas audacia que lucidez y con mas penas que ganas, luego de mas de 40 dias de no hacerlo y para intentar arrancar el año con algún escrito siquiera potable.
No es de mi interes pasar a la historia con alguna nota ocurrente ni ansío servir de ejemplo a las generaciones futuras respecto de cómo se redacta una nota breve, pero contundente. Mal harían en usar mi nota como ejemplo. Unicamente me anima el afán de mitigar esa sensación de vacío y abandono que me persigue, incesante, durante muchas jornadas. Depresión le llaman algunos, cojudez le dicen otros. En fin, la correcta nomenclatura ni añade ni quita. Es lo de menos. Lo real y concreto es que las personas no somos iguales siempre. Nuestro ánimo, el humor, los sentimientos, todos ellos en diferentes dósis hacen de nosotros no sólo personas diferentes sino variables en el tiempo y las circunstancias.
Las almas, diría algún filósofo, pasan por períodos de prueba, por etapas premunidas de una sensación de infelicidad, en la que el alma se siente socavada en sus potencialidades, donde nada parece interesar ni ser interesante. Un trance, doloroso generalmente como las que pasan las crisálidas hasta transformarse en mariposas. Luego de un dolor, viene el crecimiento del alma.
Bah!!. Boberías. Etapas de bajoneo que todos tenemos alguna vez y que debemos superar con nuestras propias fuerzas. Ayuda a ello también, el apoyo de aquellas personas a quienes queremos, estimamos y amamos.
La catarsis de escribir algo, aunque pocos o nadie lo lea, surte algún efecto positivo y reconfortante. Independientemente del contenido o de la lucidez con que se haya redactado, una nota demanda, aunque sea en poca medida, algún esfuerzo mental que permite que nuestras neuronas comiencen a trabajar nuevamente de la manera "políticamente correcta" (?). El motor se afina, la mente se aguza, la pluma tiembla ante el torrente de ideas ........
....
Miro nuevamente el parque. El sol parece apiadarse un poco de todos nosotros. ¿O serán las nubes las piadosas?. Por que su presencia permite algun alivio momentáneo. El niño travieso continúa jugando con el agua y toreando a la madre que parece, ahora si, decidida a que, por fin, por esta vez, sea obedecida por el pequeño malandrín. Unos perros que pasan por la acera, compitiendo y peleando por una agraciada compañera al parecer amiga de hacer favores, provocan gran zozobra en el pequeño que corre, presuroso, al amparo de la madre. Ella lo toma con los brazos con una sonrisa de triunfo, aunque no se lo hace saber por que está atareada reconviniendolo sobre los efectos y consecuencias de no hacer caso a la mamá.
El dia se torna menos hostil. El alma se reconforta. La esperanza crece. El amor triunfa.
Los árboles son los mismos, el parque es el mismo, el sol es el mismo. Mis sentimientos han cambiado ...
Y aqui estamos, nuevamente frente al cañon. Vivito y coleando, como siempre. Ahora si, con mas ganas que penas.
martes, 8 de enero de 2008
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2 comentarios:
Gracias por estar nuevamente con nosotros, tus agradecidos lectores. Estaba preocupado tantas lunas sin poder leerte y sin saber si estabas bien. Ahora te saludo desde España donde me encuentro con la mujer que amo, deseo que hayas tenido unas agradables fietas de año nuevo y que sigas deleitándonos con tu pluma ágil y amena.
manito de Cuy, recibe un abrazo cordial desde esta parte del mundo.
Afectuosamente.
Ewing Jesús
( Nauseapolítica )
no dejes la lucha!!
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